tierra

Dirección gestionada por

José Antonio Pascual Trillo

 

LA PERCEPCIÓN DE LA CIUDAD

 

(Una propuesta de educación ambiental para trabajar la ciudad)

 

 

Cuestiones que pueden plantearse para empezar a trabajar sobre la percepción de la ciudad:

 

Primera parte:

 

1.   ¿Cómo ves tu ciudad?

¿Te gusta tu ciudad?

¿Conoces bien tu ciudad?

¿Cuánta parte de la ciudad conoces?

 

Formato: debate, redacción, trabajo en grupo,...

 

Se trata de reflexionar sobre un hecho tan inherente a la vida de las personas que puede pasar desapercibido: el conocimiento y la valoración sobre la ciudad en la que se vive. A menudo no existe un elemento de comparación, por lo que resulta difícil realizar esa valoración (valorar el vivir en esta ciudad ¿frente a qué alternativa?).

También puede proponerse el realizar un dibujo de la ciudad o de un paisaje urbano del barrio (posible acuerdo con el departamento de Educación Plástica), que permite un análisis sobre los elementos percibidos y explícitos en el dibujo.

 

2.   Vives en una ciudad. ¿Por qué vives en una ciudad? Trata de averiguar desde cuando tu familia vive en la ciudad

 

Formato: debate, trabajo en grupo,

pequeña actividad de recogida de información y posterior análisis, etc.)

 

Se trata de reflexionar sobre el hecho de que los ciudadanos urbanos viven en ciudades debido a determinados hechos (despoblamientro rural, mayores oportunidades de trabajo en las ciudades, etc.) y del fenómeno de la concentración urbana y sus condicionantes históricos.

Puede proponerse hacer un pequeño trabajo de recogida de información (familias, padres, abuelos, etc.)

 

3.   Hay gente que no vive en ciudades. ¿Cómo vive la gente que no vive en ciudades?

 

Formato: debate, trabajo en grupo,

pequeño trabajo de recogida de información y posterior análisis, etc.

 

Se trata de reflexionar sobre la existencia de formas de vida no estrictamente urbanas. Rescatar la percepción de la vida rural puede ayudar a ver los estereotipos urbanos sobre la vida de la ciudad y la vida en los pueblos, lo que puede servir para, posteriormente, realizar valoraciones sobre lo ganado o lo perdido con el traslado de las personas desde los ambientes rurales a los ambientes urbanos.

Se puede pedir que reúnan información sobre aquellos aspectos que diferencian la vida en un pueblo de la vida en la ciudad, desde su punto de vista o recogiéndolo de la opinión de familiares, para componer un panorama de cómo entienden que es de diferente la vida en un pueblo respecto a la vida urbana. No se trata aún de hacer valoraciones, sino de recoger tales ideas.


 

Segunda parte:

 

 

Ahora se trata de avanzar en la cuestión de cómo se percibe la ciudad. Una posible propuesta es pedir que se describa la ciudad, introduciendo algunas pautas para poder sistematizar esa descripción.

 

1. Describe tu ciudad, o la parte de la ciudad en donde vives.

 

Para ello, es bueno proponer que esa descripción siga algunas pautas o reglas.

 

·        Una posibilidad es pedir que se haga una descripción literaria, pero eso lleva a la necesidad de extraer luego de ella los aspectos que nos interesan destacar (se exponen más adelante). También puede hacerse a partir de un dibujo urbano (si se ha hecho anteriormente, por ejemplo), y de nuevo habrá que extraer los aspectos que nos interesan.

 

·        Otra posibilidad es pedir directamente que se expongan en forma de lista los aspectos más relevantes.

 

En cualquier caso, es bueno que, finalmente, se trate de:

 

a) Identificar los elementos urbanos más característicos (hacer una lista con ellos). No tiene porqué ponerse restricciones a la lista, pero se debe insistir en que sean elementos o componentes de una ciudad que sean importantes para la ciudad, para que funcione, para que sea habitable, etc.

 

b)  Organizar esos elementos urbanos en tipos. Para ello, puede proporcionarse un esquema básico sobre el que trabajar (por ejemplo: infraestructuras básicas, zonas comunes, servicios públicos, negocios privados, mobiliario urbano, etc.) o no.

 

 

Con estos listados y su ordenación en tipos se busca dar un paso más en sistematizar los componentes urbanos que hacen a la ciudad ser ciudad y que componen el paisaje urbano, permiten que funcione, que sea posible vivir en ella, etc.

 

2. Identifica características de una ciudad frente a lo que no es ciudad (sin entrar a valorar)

 

Partiendo de las anteriores características, ahora se trata de someterlas a un análisis acerca de si son exclusivas de las ciudades o también se encuentran en los pueblos. También se trataría de encontrar elementos rurales que existen en los pueblos y no en las ciudades.

 

Tras este trabajo tendríamos tres listados: elementos exclusivamente urbanos, elementos compartidos por ciudades y pueblos, y elementos exclusivos de pueblos (siempre con las matizaciones que se quieran hacer)

 

3.   Identifica y organiza en tipos los elementos de tu ciudad/barrio que representan servicios públicos urbanos (satisfacen necesidades generales)

 

Se trata de identificar los servicios públicos urbanos de todo tipo que existen en una ciudad. Para ello pueden utilizarse las listas anteriores, pero es bueno que se incluya la reflexión sobre lo que significa la concepción de servicio público, ya que así probablemente aparecerán nuevos elementos que antes no habían sido percibidos.

A continuación, se trata de organizar en tipos los elementos identificados con servicios públicos urbanos, para lo que se puede ofrecer una ayuda que facilite esa clasificación (como la propuesta de organizar por servicios de movilidad y transporte, servicios de salud, servicios educativos, servicios de seguridad, servicios administrativos, servicios de control de la calidad ambiental, etc.) o ir construyendo esa clasificación a medida que se van proponiendo y analizando los elementos.

 

4.   Trata de obtener información sobre el momento en que cada uno de los anteriores servicios públicos fueron incorporados a la ciudad.

 

Se trata de ayudar a advertir sobre el periodo histórico desde el que se dispone de los principales servicios urbanos de la ciudad: cada tipo de transporte público, la luz viaria, la limpieza de calles o así. No siempre será fácil obtener información al respecto, pero puede representar una interesante forma de advertir que no siempre se ha dispuestos de servicios públicos que hoy consideramos básicos. Se pueden utilizar grados de antigüedad: desde la Edad Media, desde la época de la Ilustración; desde el siglo XX, desde hace unos 50 años, desde hace unas décadas,...

 

Una cuestión interesante aquí es advertir que muchos de los servicios públicos más recientes se refieren a aspectos ambientales, como la depuración de aguas residuales o el tratamiento moderno de residuos sólidos urbanos, el control de los niveles de contaminación atmosférica, etc.

 

Tampoco es raro que algunos de estos servicios no hayan sido advertidos en su momento, en cuyo caso es posible hacer una de dos cosas: o advertirlo en el primer momento, para que surjan ya, o dejarlo para más adelante, cuando se haga evidente su olvido, lo que representará también la constatación de que menudo los olvidamos como servicios fundamentales para el buen funcionamiento de una ciudad moderna.

 

5.   Realiza una valoración de las ciudades frente a los pueblos, diferenciando ventajas e inconvenientes (puede ser útil hacer una tabla con dos columnas para ventajas e inconvenientes y para cada caso).

 

Esta actividad de valoración, propuesta tras las anteriores actividades de identificación de elementos característicos de las ciudades y los pueblos, permite introducir la valoración (ventajas e inconvenientes) una vez que se ha desarrollado el primer proceso de constatación de los elementos que intervienen en las ciudades, evitando mezclar la identificación con la valoración.

 

6.   Identifica los servicios públicos urbanos señalados anteriormente con la solución de problemas urbanos, tratando de definir la importancia de cada uno de los servicios en función de la importancia que puede tener el problema que trata de solucionar. 

 

Para realizar esta propuesta es bueno partir de los grandes tipos de servicios públicos que se han identificado, evitando así el tener que pormenorizar en exceso con servicios públicos muy concretos que puedan haberse identificado.