Dirección
gestionada por
(Una propuesta de educación ambiental para trabajar la ciudad)
Cuestiones
que pueden plantearse para empezar a trabajar sobre la percepción de la ciudad:
Primera parte:
1. ¿Cómo
ves tu ciudad?
¿Te gusta tu ciudad?
¿Conoces bien tu ciudad?
¿Cuánta parte de la ciudad conoces?
Formato: debate, redacción, trabajo en grupo,...
Se trata de reflexionar sobre un hecho
tan inherente a la vida de las personas que puede pasar desapercibido: el
conocimiento y la valoración sobre la ciudad en la que se vive. A menudo no
existe un elemento de comparación, por lo que resulta difícil realizar esa
valoración (valorar el vivir en esta ciudad ¿frente a qué alternativa?).
También puede proponerse el realizar un dibujo de la ciudad o de un paisaje urbano del barrio (posible
acuerdo con el departamento de Educación Plástica), que permite un análisis
sobre los elementos percibidos y explícitos en el dibujo.
2. Vives
en una ciudad. ¿Por qué vives en una ciudad? Trata de averiguar desde cuando tu
familia vive en la ciudad
Formato: debate, trabajo en grupo,
pequeña actividad de recogida de
información y posterior análisis, etc.)
Se trata de
reflexionar sobre el hecho de que los ciudadanos urbanos viven en ciudades
debido a determinados hechos (despoblamientro rural,
mayores oportunidades de trabajo en las ciudades, etc.) y del fenómeno de la
concentración urbana y sus condicionantes históricos.
Puede
proponerse hacer un pequeño trabajo de
recogida de información (familias, padres, abuelos, etc.)
3. Hay
gente que no vive en ciudades. ¿Cómo vive la gente que no vive en ciudades?
Formato: debate, trabajo en grupo,
pequeño trabajo de recogida de
información y posterior análisis, etc.
Se trata de
reflexionar sobre la existencia de formas de vida no estrictamente urbanas.
Rescatar la percepción de la vida rural puede ayudar a ver los estereotipos urbanos
sobre la vida de la ciudad y la vida en los pueblos, lo que puede servir para,
posteriormente, realizar valoraciones sobre lo ganado o lo perdido con el
traslado de las personas desde los ambientes rurales a los ambientes urbanos.
Se puede
pedir que reúnan información sobre
aquellos aspectos que diferencian la vida en un pueblo de la vida en la ciudad,
desde su punto de vista o recogiéndolo de la opinión de familiares, para
componer un panorama de cómo entienden que es de diferente la vida en un pueblo
respecto a la vida urbana. No se trata aún de hacer valoraciones, sino de
recoger tales ideas.
Segunda parte:
Ahora se trata de
avanzar en la cuestión de cómo se percibe la ciudad. Una posible propuesta es
pedir que se describa la ciudad, introduciendo algunas pautas para poder
sistematizar esa descripción.
1. Describe tu ciudad, o la parte de la ciudad en donde vives.
Para ello, es bueno
proponer que esa descripción siga algunas pautas
o reglas.
·
Una
posibilidad es pedir que se haga una descripción
literaria, pero eso lleva a la necesidad de extraer luego de ella los
aspectos que nos interesan destacar (se exponen más adelante). También puede
hacerse a partir de un dibujo urbano
(si se ha hecho anteriormente, por ejemplo), y de nuevo habrá que extraer los
aspectos que nos interesan.
·
Otra
posibilidad es pedir directamente que se expongan en forma de lista los aspectos más relevantes.
En cualquier caso, es
bueno que, finalmente, se trate de:
a) Identificar los elementos urbanos más
característicos (hacer una lista
con ellos). No tiene porqué ponerse restricciones a la lista, pero se debe
insistir en que sean elementos o componentes de una ciudad que sean importantes
para la ciudad, para que funcione, para que sea habitable, etc.
b) Organizar esos elementos urbanos en tipos.
Para ello, puede proporcionarse un esquema
básico sobre el que trabajar (por ejemplo: infraestructuras básicas, zonas
comunes, servicios públicos, negocios privados, mobiliario urbano, etc.) o no.
Con estos listados y su
ordenación en tipos se busca dar un paso más en sistematizar los componentes urbanos que hacen a la ciudad ser
ciudad y que componen el paisaje urbano, permiten que funcione, que sea posible
vivir en ella, etc.
2. Identifica
características de una ciudad frente a lo que no es ciudad (sin entrar a
valorar)
Partiendo
de las anteriores características, ahora se trata de someterlas a un análisis
acerca de si son exclusivas de las
ciudades o también se encuentran en los pueblos. También se trataría de
encontrar elementos rurales que existen en los pueblos y no en las ciudades.
Tras
este trabajo tendríamos tres listados:
elementos exclusivamente urbanos, elementos compartidos por ciudades y pueblos,
y elementos exclusivos de pueblos (siempre con las matizaciones que se quieran
hacer)
3. Identifica
y organiza en tipos los elementos de tu ciudad/barrio que representan servicios
públicos urbanos (satisfacen necesidades generales)
Se
trata de identificar los servicios
públicos urbanos de todo tipo que existen en una ciudad. Para ello pueden utilizarse las listas anteriores,
pero es bueno que se incluya la reflexión sobre lo que significa la concepción de servicio público, ya que
así probablemente aparecerán nuevos elementos que antes no habían sido
percibidos.
A
continuación, se trata de organizar en
tipos los elementos identificados con servicios públicos urbanos, para lo
que se puede ofrecer una ayuda que
facilite esa clasificación (como la propuesta de organizar por servicios de
movilidad y transporte, servicios de salud, servicios educativos, servicios de
seguridad, servicios administrativos, servicios de control de la calidad
ambiental, etc.) o ir construyendo esa clasificación a medida que se van
proponiendo y analizando los elementos.
4. Trata
de obtener información sobre el momento en que cada uno de los anteriores
servicios públicos fueron incorporados a la ciudad.
Se
trata de ayudar a advertir sobre el
periodo histórico desde el que se dispone de los principales servicios urbanos
de la ciudad: cada tipo de transporte público, la luz viaria, la limpieza de
calles o así. No siempre será fácil obtener información al respecto, pero puede
representar una interesante forma de advertir que no siempre se ha dispuestos
de servicios públicos que hoy consideramos básicos. Se pueden utilizar grados
de antigüedad: desde la Edad Media, desde la época de la Ilustración; desde el
siglo XX, desde hace unos 50 años, desde hace unas décadas,...
Una
cuestión interesante aquí es advertir que muchos
de los servicios públicos más recientes se refieren a aspectos ambientales,
como la depuración de aguas residuales o el tratamiento moderno de residuos
sólidos urbanos, el control de los niveles de contaminación atmosférica, etc.
Tampoco
es raro que algunos de estos servicios no hayan sido advertidos en su momento,
en cuyo caso es posible hacer una de dos cosas: o advertirlo en el primer
momento, para que surjan ya, o dejarlo para más adelante, cuando se haga
evidente su olvido, lo que representará también la constatación de que menudo
los olvidamos como servicios fundamentales para el buen funcionamiento de una
ciudad moderna.
5. Realiza
una valoración de las ciudades frente a los pueblos, diferenciando ventajas e
inconvenientes (puede ser útil hacer una tabla con dos columnas para ventajas e
inconvenientes y para cada caso).
Esta
actividad de valoración, propuesta tras las anteriores actividades de
identificación de elementos característicos de las ciudades y los pueblos,
permite introducir la valoración (ventajas
e inconvenientes) una vez que se ha desarrollado el primer proceso de
constatación de los elementos que intervienen en las ciudades, evitando
mezclar la identificación con la valoración.
6. Identifica
los servicios públicos urbanos señalados anteriormente con la solución de
problemas urbanos, tratando de definir la importancia de cada uno de los
servicios en función de la importancia que puede tener el problema que trata de
solucionar.
Para
realizar esta propuesta es bueno partir
de los grandes tipos de servicios públicos que se han identificado,
evitando así el tener que pormenorizar en exceso con servicios públicos muy
concretos que puedan haberse identificado.