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INUNDACIONES EN CENTROEUROPA 

(Verano, 2002)

Texto de Antonio Ruiz de Elvira,

Catedrático de Física Aplicada de la Universidad de Alcalá de Henares

 


                                                                           

 

Este verano se ha sufrido en Centroeuropa las precipitaciones mas intensas de los últimos 150 años.

 

El que de vez en cuando se produzcan inundaciones, heladas, sequías fuertes; como el que se produzcan erupciones volcánicas, terremotos e impactos de meteoritos es parte de la dinámica natural del sistema Tierra y del sistema planetario.

 

El que se repitan con frecuencia es algo bastante más preocupante. Los datos de los monzones de los últimos siglos indican una subida creciente en su intensidad, coincidente con el incremento de la concentración de gases manta como el dióxido de carbono y el metano, y la subida de la temperatura media de la Tierra (el Cambio Climático).

 

Es natural, puesto que al aumentar la concentración de gases manta (los que en la literatura anglosajona se denominan gases invernadero) la evaporación de agua aumenta en los océanos tropicales, (es como si calentáramos una marmita con agua dentro: Vemos como sale vapor) y hay más agua para precipitar.

 

El cambio climático es un fenómeno no lineal.

El fenómeno no lineal más sencillo posible es el apretar muchas veces la tecla x2 en la calculadora, empezando con el número 1.000000001.

La gráfica que resulta es la siguiente:

 

 

 

y el resultado es que durante mucho tiempo el número no varía apenas en la pantalla de la calculadora: es esencialmente la unidad, hasta el punto ’C’, en el cual la curva sube bruscamente y se produce y si se sigue la operación se produce la quiebra del sistema de cálculo (”Error”).

 

Ahora bien, ¿De qué depende el que haya lluvias intensas o deje de haberlas?

 

El aire se mueve en la superficie del planeta porque se calienta en las zonas tropicales y se enfría en las regiones polares. Puesto que la Tierra está girando de Oeste a Este y su velocidad lineal es mayor en el ecuador (40000 Km. /24 h) que en el polo (0 Km. /h), el aire se mueve también de Oeste a Este, en varias celdas de circulación: Las celdas de Hadley.

 

El gradiente, la diferencia de la temperatura del aire entre Ecuador y polo hace que el aire se acelere según subimos en altura desde la superficie, de manera que a unos 11 Km. de esa superficie, y en la zona de máximo gradiente de temperaturas, se establece una fuerte corriente de aire, que marcha a unos 200 Km. /h rodeando la esfera de la Tierra y, como todas las corrientes fluidas, haciendo meandros. Una imagen esquemática de la posición de la corriente en chorro es la línea negra de la gráfica. Esta gráfica, tomada de Iges.org, representa la altura de la superficie de 500 hPa y la vorticidad del aire a esa altura. Las manchas rojas indican vórtices ciclónicos que succionan aire de la superficie. El aire, al subir, se enfría y condensa, provocando lluvias.

 

La posición del chorro y sus meandros cambian constantemente, avanzando los meandros, por lo general, de América hacia Europa, de manera lenta, avanzando unos 600 Km. /día en primavera y otoño, y quedando estacionarios durante días en verano e invierno.

 

El chorro se desplaza hacia el norte en verano, siguiendo, de una manera simbólica, la línea del hielo polar, (línea azul), y se desplaza hacia el sur en invierno (línea roja) cuando el hielo del polo avanza hacia Escocia.

 

Durante el año el anillo se expande y se contrae, pues, como los pulmones, en una pulsación constante, contracción - expansión - contracción - expansión........

 

Cuando los meandros se mueven (en primavera y otoño) y pasan por encima de España, descargan lluvias suaves si son meandros de pequeña curvatura, y tormentas violentas si la curvatura es intensa.

 

En verano, cuando no varía el calor durante semanas, el anillo del chorro queda inmóvil. Si el meandro es además pronunciado, las lluvias son intensas y constantes. Es ésta la situación que se ha producido en Centroeuropa durante este Agosto.

 

Estamos viendo cómo se calientan los polos. Las historias de bloques de hielo del tamaño de provincias españolas desprendidas de la banquisa antártica se repiten regularmente cada primavera.

 

Los glaciares de Groenlandia se están adelgazando a ritmos acelerados, los de Alaska se están fundiendo. En el diario “El País”, Malén Ruiz de Elvira nos explicó como en unas décadas se podría viajar de Europa a Asia por barco cruzando el Polo Norte.

 

El anillo del chorro polar sigue, como hemos visto, la línea del hielo polar. Si la máxima extensión de hielo se desplaza hacia el norte unos 1000 Km., el chorro polar solamente quedaría encima de España (y de parte de Europa, en verano) mediante meandros ocasionales que por fuerza deberían ser pronunciados, es decir, que descargarían tormentas intensas. Durante buena parte del año el anillo del chorro polar quedaría al norte de la Península Ibérica, de manera que se intensificarían las sequías, interrumpidas, como hemos visto, por episodios de tempestades de agua. Suelo seco y lluvias violentas suponen el arrastre del suelo fértil.

 

El calentamiento del Polo es consecuencia directa del calentamiento de la atmósfera del planeta, que, como ya sabemos perfectamente, y los medios no se cansan de explicar, se debe, sin margen alguno de duda, a la emisión constante de gases manta desde las chimeneas de las centrales eléctricas, desde los tubos de escape de los coches, desde las chimeneas de cada unas de nuestras casas.

 

En Johannesburgo los poderes fácticos de este mundo, los grandes países petroleros (recordemos que EEUU es uno de ellos) han dicho: ¡No importa! Para seguir siendo ricos y que otros trabajen para nosotros, exigimos seguir vendiendo petróleo y cada vez más: No solo no reduciremos, sino que venderemos a China todo el que podamos.

 

El problema de las emisiones de CO2 no es un problema de cantidades relativas. No sirve de nada que un país emita hoy solo un 3 % menos.

 

El CO2 permanece en la atmósfera unos 100 años. Una vez lanzado sigue allí bloqueando la salida del calor hace el exterior. Cuanto más lancemos, mas calor retendremos.

 

La solución a tormentas, sequías, monzones y huracanes es clara: No solo quemar hoy lo mismo que ayer, sino dejar de quemar carbono en sus tres formas, de carbón, petróleo y gas.

 

No hay ningún problema para sustituir el carbono por el Sol. Se puede empezar hoy. Cuanto más tarde empecemos, más avanzaremos hacia el punto”C” de la curva.